Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll LA DECLARACIÓN DE ALICIA —¡Estoy aquí! —gritó Alicia. Y olvidando, en la emoción del momento, lo mu-cho que había crecido en los últimos minutos, se puso en pie con tal precipitación que golpeó con el borde de su falda el estrado de los jurados, y […]
Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll ¿QUIÉN ROBO LAS TARTAS? Cuando llegaron, el Rey y la Reina de Corazones estaban sentados en sus tronos, y había una gran multitud congregada a su alrededor: toda clase de pajarillos y animalitos, así como la baraja de cartas completa. El Valet estaba de pie
Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll CERDO Y PIMIENTA La Falsa Tortuga suspiró profundamente y se enjugó una lágrima con la aleta. Antes de hablar, miró a Alicia durante bastante tiempo, mientras los sollozos casi la ahogaban. —Se te ha atragantado un hueso, parece —dijo el Grifo poco respetuoso. Y se
Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll LA HISTORIA DE LA FALSA TORTUGA —¡No sabes lo contenta que estoy de volver a verte, querida mía! —dijo la Duquesa, mientras cogía a Alicia cariñosamente del brazo y se la llevaba a pasear con ella. Alicia se alegró de encontrarla de tan buen humor,
Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll EL CROQUET DE LA REINA Un gran rosal se alzaba cerca de la entrada del jardín: sus rosas eran blancas, pero había allí tres jardineros ocupados en pintarlas de rojo. A Alicia le pareció muy extraño, y se acercó para averiguar lo que pasaba, y
Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll UNA MERIENDA DE LOCOS Habían puesto la mesa debajo de un árbol, delante de la casa, y la Liebre de Marzo y el Sombrerero estaban tomando el té. Sentado entre ellos había un Lirón, que dormía profundamente, y los otros dos lo hacían servir de
Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll CERDO Y PIMIENTA Alicia se quedó mirando la casa uno o dos minutos, y preguntándose lo que iba a hacer, cuando de repente salió corriendo del bosque un lacayo con librea (a Alicia le pareció un lacayo porque iba con librea; de no ser así,
Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll CONSEJOS DE UNA ORUGA La Oruga y Alicia se estuvieron mirando un rato en silencio: por fin la Oruga se sacó la pipa de la boca, y se dirigió a la niña en voz lánguida y adormilada. —¿Quién eres tú? —dijo la Oruga. No era
Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll LA CASA DEL CONEJO Era el Conejo Blanco, que volvía con un trotecillo saltarín y miraba ansiosamente a su alrededor, como si hubiera perdido algo. Y Alicia oyó que murmuraba: —¡La Duquesa! ¡La Duquesa! ¡Oh, mis queridas patitas! ¡Oh, mi piel y mis bigotes !
Alicia en el país de las maravillas – Lewis Carroll UNA CARRERA LOCA Y UNA LARGA HISTORIA El grupo que se reunió en la orilla tenía un aspecto realmente extraño: los pájaros con las plumas sucias, los otros animales con el pelo pegado al cuerpo, y todos calados hasta los huesos, malhumorados e incómodos. Lo
