Capítulo 34
Cumbres borrascosas – Emily Brontë A los pocos días, el señor Heathcliff comenzó a prescindir de comer con nosotros, aunque no llegó a excluir del todo a Hareton y a Cati de su compañía. Optaba generalmente por ausentarse él y, al parecer, le bastaba con comer una vez cada veinticuatro horas. Una noche, cuando toda […]